martes, 17 de abril de 2012

“Entre Diciembre y Enero 5ª Parte…”

“Entre Diciembre y Enero 5ª Parte…”
Continuación entrada 25 de Marzo

Capítulo II


No viví una pasión turca en Estambul, pero si un flechazo entre la ciudad y yo, aquellos días fueron para mí diferentes. La considere con esencia y un latido especial, enseguida combinó con mi corazón porque me hizo sentir que la llama no se había apagado y que aunque me había ido lejos mi mente y mi corazón estaban divididos.

Quizás por la belleza de la ciudad, sus mezquitas a lo largo de la ciudad. No sé lo que pudo ser pero sucedió, de vez en cuando me trasladaba de lugar. Esa ciudad tenía duende, es como si en aquel entonces me sintiera en una época medieval.

Tocaba despedida al menos durante dos días, conoceríamos a otros compañeros y después nos volveríamos a reencontrar para visitar Capadocia. Bósforo nos esperaba.

Al día siguiente amaneció un día muy gris, el exterior parecía triste no así mi interior. Era un contraste, me sentía bien, el ir en barco me dio un toque distinto. Cómo si estar caminando por encima del agua me sirviera para poner distancia entre el mundo real y el ficticio.

Al salir del hotel llovía, era temprano cuando nos dirigimos al embarque para realizar la travesía, había niebla y el día estaba desapacible. Ya en el barco nos dispusimos a tomar posiciones, presentaciones mientras tomábamos un café. No eran momentos para andar por el exterior, hacía mucho frio.

Charlamos sobre la belleza del museo Sta. Sofía e hicimos mucho hincapié en sus frescos, nadie discrepo en resaltar su belleza. Pronto nos centramos en lo maravilloso que era estar en un mar que divide, por un lado Europa y por otro Asia. No todos los países tienen esa situación.

Considere que era un país privilegiado, le daba emoción y era una apuesta a favor cara al turismo. Estaba contenta de estar donde estaba.

En el nuevo grupo había más chicos que chicas. Algunos matrimonios y una chica y tres chicos que viajaban solos, no eran amigos entre sí aunque habían viajado juntos desde la misma ciudad.

Estaba viviendo una maravilla que quizás algún día volvería a repetir o no, ¡qué momento! , El Bósforo, el mar Negro, el mar de Mármara y la ciudad de Estambul.

Fueron muy atentos los del barco, las orillas por dónde íbamos navegando eran preciosas. Se notaba que en verano el ambiente estaba asegurado, muchos restaurantes y terrazas.

En nuestro viaje no todo estaba abierto pero si pudimos disfrutar de la belleza, el paisaje era incomparable.

El crucero me permitió disfrutar de un marco desde donde se podían divisar numerosos palacios en sus riberas, la compañía en general era grata.

Jorge, era agradable, cercano y muy educado. Por como hablaba se notaba que conocía mucho del país. Nos explico sobre los palacios, se centro en de Ciragan y también se declaro enamorado de los viajes, muchas de las veces lo hacía solo.
Entre la conversación y observar las maravillas se fue acercando la hora de comer, habían preparado para nosotros una comida típica marinera en uno de los restaurante de la ribera.
Todo fue normal hasta los postres, entonces descubrí como dos de los compañeros de viaje que decían que iban solos estaban liados. Me los encontré por casualidad en el baño, de forma equivocada entré en el baño de chicos, ¡que plancha!!!!, no por mí , quizás por ellos dado que en ningún momento se presentaron como amigos.
A mi vuelta a la mesa hice como si nada, mire hacia Jorge y me adentre en la conversación. En esos momentos estaba muy animada la conversación con Raquel y Sonia haciendo planes sobre el circuito de Capadocia.

El día fue completo, pero todavía nos faltaba pasar por Estambul, esa noche íbamos a hacer una despedida entre los que habíamos coincidido.
En total unos quince , tocaba dormir poco y el camino del día siguiente era largo.
Con sorpresas dado que todo era nuevo, Jorge insistía en que en el circuito por Capadocia nos tocaba el mismo hotel.


Lo anterior…
“Entre diciembre y enero” 4ª Parte...

Continuará....

Concurso de (BBK Land , primera edición del certamen literario 'Escritores que viajan, viajeros que escriben'.)

Miren E. Palacios
18 de Julio de 2011



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