Se oye un rítmico puf puf de fantasmas paridos, lógico, dado el estado en el que llegasteis anoche.
No pareció importaros, tampoco los ruidos ni el sonido estrepitoso del ascensor; se asemejaba a un duende en la oscuridad tenebrosa, donde una vez más el olor y la respiración sonaba a zombis.
Miren E. Palacios Villanueva
Imagen como casi todas las que acompañan a los relatos, de google. Gracias a sus autores.
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