Por fin quietas. Aquellas manos habían dejado de moverse, su temblor no le permitía dejar hacer cuanto para esa bella y madura mujer había supuesto su vida.
La pintura era su mundo y con los pinceles viajaba hasta el infinito puesto que se trasladaba a través de los cuadros a lugares insospechados; los trazos eran las rutas y los colores los vehículos que la trasportaban allí donde su imaginación la llevara. Ese día termino su obra y también su periplo.
Miren E. Palacios
Bilbao, 22 de Noviembre del 2011
Este blog en general es un lugar de encuentro, donde además de lo relacionado con las obras de la autora de este blog, también tendrán cabida las reseñas de otros libros. Se realizarán publicaciones de diferentes editoriales, eventos culturales, etc. Y un espacio de entrevistas a artistas de todas las disciplinas. Podéis encontrar los libros en cualquier librería, y también a través de internet. Con dedicatoria, por favor, poneos en contacto conmigo en: www.mirenepalacios.net Un abrazo.
martes, 31 de enero de 2012
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Precioso fragmento, con mucho sentimiento.
ResponderEliminarUn beso ;)
Gracias Talisman, me alegro que sea de tu agrado.
ResponderEliminarUn beso.