
Me encanta poner este ejemplo , que no se mal interprete, al igual que para beber una copa de buen vino, se necesita hacer una pequeña cata, saborearlo paso a paso, degustando a fondo ese vino y disfrutando con ello; los poemas requieren de algo similar, podríamos hacer incluso una comparativa.
Debido a ello y porque creo que en mis genes existe algo relacionado con el vino, por parte ascendente materno os hago participe que por fin mi sueño está a punto de cumplirse, celebrar una presentación en una de esas catedrales del vino, una bodega y que mejor que sea en una de la saga familiar…., os mantendré informados.
¡Felicidades! ¡Qué fantástica combinación: vino y poesía! no podía ser mejor...
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo contigo. Yo, los libros de poesía que leo, no lo hago del mismo modo que los otros... vuelvo a ellos, me detengo y pienso en las palabras... los retomo en momentos específicos... para mí, se disfrutan de otra manera diferente, más despacio y con más "mimo", pues hay tantos sentimientos en cada frase, tantas cosas en las que merece la pena detenerse...Un besazo!
Gracias Cristina, eres genial, todo te parece perfecto, me alegra saber que estamos un@s cuant@s cerca aunque no vivamos en el mismo lugar, un beso…
ResponderEliminar